¿Apolíneo ó Dionisíaco?

Todo empezó en mi clase de Historia del Arte donde la maestra preguntaba y tú ¿qué eres Apolíneo ó Dionisíaco? Obvio casi toda la clase respondía Dionsíaco, pero ¿por qué? ...

Apolo de Belvedere 

Apolíneo es una palabra que viene del latín y se refiere a Apolo, dios griego del sol, la verdad, el sueño, la medicina, la música, la poesía, las artes, entre otros. Apolo fue utilizado como el modelo de un Dios joven, canon de la belleza masculina, la perfección corporal y en plenitud de sus dotes. Sus atributos son el arco y la lira. 

Por lo tanto, decir Apolíneo nos estamos refiriendo a la razón, al pensamiento, a la luz, al orden, a la creación,a la medida, a la ley, a la armonía, a la técnica, a linealidad ... y por lo tanto podemos usar como adjetivo esta palabra para indicar toda esta concepción que los griegos quisieron otorgarle a Apolo.

Dionisio

La contra parte de Apolo es Dionisio, dios de la mitología griega del vino y la inspiración, la danza, la tragedia y las fiestas. Por lo tanto hablar de lo Dionisíaco es referirnos a lo irracional, a lo impulsivo, a la emoción, al caos, a la espontaneidad, sin armonía, al exceso, a la oscuridad ...  

¿Cuántas veces no hemos escuchado, "La fiesta fue una Bacanal"? y se refiere a fiestas donde el vino no paró de consumirse. Bacanal, viene de Baco que es el equivalente romano de Dionisio, entonces también podríamos decir,  La fiesta fue una Dionisíaca.

Entonces es simple la razón por la que nos sentimos tan Dionisíacos, y es que es sumamente atractivo vivir de la manera que nos ofrece Dionisio, a través de los excesos en comida, bebida, sexo, flojera, etc ... nos gusta sentirnos rebeldes. Sin embargo el fin principal de esto y para realizar plenamente la experiencia dionisíaca, es "tocar fondo" a través de estas experiencias y "APRENDER". Esto es lo que me parece fantástico, pues este tipo de vivencias nos permiten comprender el sentido del sufrimiento de la condición humana, no solo es lo divertido que una experiencia dionisíaca puede ser, sino que una vez llevada a su máxima expresión, nos permite visualizar, entender, comprender, analizar y entonces aprender. 

Seguramente muchas veces después de una borrachera al siguiente día dices, "No lo vuelvo a hacer", pues sucede que has vivido una pequeña experiencia Dionisíaca, ya que después de la diversión que la borrachera otorga las consecuencias son, a veces terribles, el dolor de cabeza, las náuseas, mareos y oh! los recuerdos de las acciones que en nuestro juicio no hubiéramos realizado. 

Y bueno estos dos conceptos hoy no lo aplicaríamos a todo, si en 1872 Friedrich Nietzsche no hubiera publicado su obra “El nacimiento de la tragedia” y revolucionara con ello la visión que se tenía del mundo griego.

Por lo tanto, para mi que todos tenemos algo de Apolíneo y Dionisíaco, pues son dos fuerzas vitales complementarias que encerramos como seres humanos y que aparecen según momentos y circunstancias que estemos viviendo, quizá entonces la pregunta de mi profesora debería ser: En este momento de tu vida, ¿cómo la estas viviendo? ¿apolínea o dionisíaca?

PD. Como les decía estos conceptos se aplican a todo y encontré un artículo que trata este tema aplicado al liderazgo, es interesante.